La adolescencia a través de Persona 4 Golden

¿Qué es la adolescencia?

El Diccionario de la Real Academia Española la define así: "período de la vida humana que sigue a la niñez y precede a la juventud". Sí, es verdad, pero tampoco aclara demasiado. Si le preguntamos a cualquier persona, incluso a ti que estás leyendo esto, nos responderías algo completamente distinto.

Es de las etapas más complicadas de nuestra vida, llena de cambios. Cuando ya la superamos y miramos hacia atrás, podemos ver qué ha significado para nosotros. Para muchos el peor momento de su vida, para otros tantos el mejor y ojalá volver a él y, finalmente, para otros ni bien ni mal. Persona 4 Golden sabe encapsular de una forma única esta época de tantos sabores.

Algo que marca la adolescencia es la necesidad de pertenecer a algún sitio, de hacer piña. Normalmente, los adolescentes tienden a unirse por gustos en común o porque una profe los juntó para hacer un trabajo y hubo afinidad. Sin embargo en este juego los junta una vivencia en común: un extraño asesinato.

Con ese gran golpe en la mesa arranca la historia. El grupo comenzará a organizarse entorno a los asesinatos y las relaciones que estos tienen con el fenómeno mientras continúan yendo a clase. Conforme los vas resolviendo, comienzas a conocer más en profundidad a tus amigos y esa es a verdadera clave del juego.

Como decía antes, la adolescencia es caleidoscópica, única para cada uno. En Persona 4 Golden todos tienen una adolescencia difícil y complicada. Trata temas de todo tipo: el encontrarse a uno mismo, la necesidad de buscar tu propio camino en la vida y no seguir el que tus padres han marcado o incluso lidiar con algo tan adolescente como enamorarse. Pero el juego no se queda ahí. Sube la apuesta en sus temas y se mete en mil charcos. Encontramos personajes trans y otros que están buscando su sexualidad, así como personajes claramente homosexuales. Es cierto que sobre estos temas no se le puede pedir mucho al juego, es japonés y del año de 2008, pero pese a pegar sus patinazos, es un lujazo ver estos temas tan importantes reflejados en un videojuego. Se normalizan estas situaciones. Desgraciadamente no es tan común encontrarte estas historias y ojalá apareciesen más.

Son los personajes, principales y secundarios, los que encarnan los diferentes temas a lo largo de toda la aventura. Conforme estrechamos relaciones con ellos, van revelando nuevas intimidades. He de confesar que son una maravilla. Están tan bien escritos que te implicas con cada uno de ellos como si fuesen tus amigos de verdad. Te sientes reflejados en sus problemas e incluso he podido ver situaciones similares que familiares y amigos han vivido. Sin embargo, Persona 4 Golden no se conforma solo con eso. Los temas no solo se tratan, sino que se superan. Los personajes son tan profundos que son capaces de recapacitar y aprender de sus errores, además de reflexionar ellos mismos sobre qué es la adolescencia.

Pero la aceptación no es sencilla. En Persona 4 Golden esta aceptación pasa obligatoriamente por enfrentarte a tus demonios internos. La superación de los problemas de cada personaje esta representado por una mazmorra intrincada, pasillera, asfixiante, que cada vez que te adentras en ella presenta una forma distinta. Por el camino encontraremos Sombras, manifestaciones de nuestros sueños y anhelos que nos impiden ser como verdaderamente queremos ser. Y todas las mazmorras tienen como confrontación final un yo mucho más oscuro que tu yo habitual. El proceso de cambio es complicado, pero le aporta una humanidad mayúscula a toda la propuesta. En mayor o menor medida, todos hemos pasado por un proceso similar.

Todo esto es muy serio. Sin embargo, el juego no solo está lleno de drama, sino que también tiene sus buenos momentos cómicos y, sobre todo, cotidianos y anodinos. Sobre los momentos cómicos, estos son increíbles. Están llenos de luz y verdaderamente unen a los personajes. Contamos con caídas cómicas, comidas asquerosas que hacen vomitar a nuestros personajes, así como malentendidos que generan situaciones graciosas. Por otro lado, la inclusión de tantísima cotidianidad abunda en la idea de que la mayor parte de nuestro tiempo no está compuesta de momentos buenos ni malos, sino normales. Somos nosotros los que le damos más importancia a unos u a otros. Así es la vida misma.

Soy consiente que no he hablado nada de su apartado jugable o de la estructura del juego, ya me explayé sobre eso cuando hablé de Persona 5 Royal, pero, pese a ser también sobresaliente, no es tan interesante como su historia.

En definitiva, la mirada que nos ofrece Persona 4 Golden sobre la adolescencia es una mirada diversa, sin complejos, capaz de recopilar miles de sensaciones y sentimientos. Me dejo, por supuesto, secretos e historias sin contar, pero esas quedan para las personas que se adentren en este universo cargado de emociones. Es una auténtica joya que afortunadamente gracias a una traducción excelente he podido disfrutar. No sé si podré superar la obra maestra que es.


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