Persona 5 Royal, el JRPG definitivo

Soy muy fan de los JRPGs, me he criado con ellos, y, tras haberme terminado Persona 5, siento que es la culminación del género en cada uno de sus apartados. Hablar sobre este juego puede ser complicado, debido a su gran profundidad, pero en este post intentaremos hacerle justicia, nunca mejor dicho.

El juego se divide en dos partes perfectamente diferenciadas, pero relacionadas entre sí: el mundo real y los Mementos.

La monótona realidad

Aquí nuestro protagonista es un simple estudiante. Tendrás que asistir a clase y decidir con quién pasas tu tiempo libre. Esto puede sonar monótono y aburrido, pero es el contrapeso perfecto de los Mementos. Tus amigos, llamados confidentes en el juego, se irán fiando cada vez más y poco a poco te van contando su historia. 

Es muy interesante ver cómo estas historias tocan aspectos como qué significa el amor, la autoestima, la superación, lidiar con la perdida, entre muchos otros. No son nada forzados y en ocasiones te dejan reflexionando. Los personajes están tan bien escritos que algunos te caerán mejor que otros y eso dictaminará inevitablemente con quién pasas más tiempo. Quiero hacer una pequeña parada aquí, en los personajes, porque merece la pena. Honestamente, en ocasiones se te olvida que son NPCs. El guion es tan bueno que cuando hablas con ellos tiendes a consolarles o a animarles como si fuesen amigos tuyos de la vida real. Te preocupas verdaderamente de ellos, y eso es algo que muy pocos juegos consiguen.


Todo esto no se queda en lo anecdótico, ni en relatos personales. Todo lo que te cuentan en su conjunto es el retrato de la sociedad contemporánea, especialmente de la japonesa. Se habla, por tanto, abiertamente de los problemas del capitalismo, de lo prejuiciosa que es la sociedad y se habla especialmente de la importancia de la opinión pública. Esto lo vemos claramente encarnado en los distintos villanos, donde cada uno representa uno de estos aspectos, pero lidiar con ellos ya es cosa de los Mementos, como veremos más adelante.

Sin embargo, no todo son amistades y enemigos. También debemos trabajar en nosotros mismos e ir mejorando como alumno y persona. Para ello, leeremos, iremos al cine y comeremos fuera, entre otras actividades. Esto nos aportarán habilidades que nos serán útiles tanto en la vida ordinaria como en el combate. El mensaje del juego es potente: trabaja en ti mismos siempre que puedas.

La trama increíblemente realista que toca temas tan sensibles y tan de actualidad dota al juego de una madurez desgraciadamente insólita en su género. Esto no es el bien contra el mal. Aquí no hay reinos ni reyes de la oscuridad que buscan destruir el mundo. Persona 5 presenta una gran escala de grises donde los buenos no son tan buenos ni los malos tan malos.

Mementos

Primer Palacio del juego

Los Mementos son la representación física del mundo mental de la sociedad. Cuando esta representación mental no es colectiva sino individual, surgen los Palacios. Aquí nuestro protagonista y sus amigos son los Ladrones fantasmas: un grupo de justicieros que trabajan en los Mementos para robar los pensamientos distorsionados de los diferentes villanos del título y mejorar la sociedad poco a poco. 

Es ahí en esos Palacios donde transcurrirá la otra mitad del juego. Estos son similares a las mazmorras de los juegos tradicionales, pero en esta ocasión suple un gran problema de los JRPG: el diseño de niveles. Cada Palacio es único en mecánicas, en ambientación, en enemigos, en todo. Esto condiciona irremediablemente su estructura. Los niveles son largos y enrevesados. Correr por ellos intentando buscar hasta la última habitación para encontrar todos los cofres es muy satisfactorios.

Es aquí también donde transcurren los combates. Este apartado es simplemente delicioso. El combate se basa en debilidades. Si un enemigo es débil al fuego, este quedará aturdido y podrás hacer un ataque que le haga más daño. Esto es lo básico, pero conforme avanzas en el título se van sumando mecánicas que refuerzan ese combate siempre centrado en debilidades. Por ejemplo, mas adelante podrás, tras acertar una debilidad, conseguir un turno más o renunciar a este turno adicional para cambiar tu turno al de un aliado subiéndole así el ataque y la defensa. Cada vez en un turno comienzan a caber más acciones y más acciones. Persona 5 huye de la autorización de pulsar el ataque básico hasta acabar con los enemigos, si haces eso, se matarán seguro. Requiere un jugador atento en cada combate que busque siempre las debilidades de los enemigos para ganar.

Para encontrar estas debilidades, utilizaremos los Persona. Estos son como Pokémon, cada uno con sus fortalezas y sus flaquezas. No se capturan contra su voluntad, sino que tendrás que convencerlos para que hagan un pacto contigo, lo que le da una capa más. Y como siempre los diseños son sublimes, al igual que en el resto del juego. Y, tal como pasa con el combate, se van sumando mecánicas como la fusión entre Personas. 

Conclusión

Me ha resultado complicado hablar del juego sin mencionar nada concreto de la historia, pero confiad en que es interesantísima y cargada de giros de guion muy deliciosos. No he mencionado nada tampoco de su estilo gráfico que, de nuevo, es de diez. Tiene una personalidad verdaderamente única. Hace al juego inconfundible. Pero tampoco hay que olvidar su música con unos temas que lo transmiten absolutamente todo.

Su historia adulta y profunda, su gameplay complejo y disfrutón y su estilo artístico precioso e irrepetible convierten a Persona 5 en el JRPG definitivo. Gracias por este viaje. Persona 5 robó mi corazón.


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