Eres un niño y estás aburridísimo en una boda. Los mayores se ponen a hablar de cosas que no puedes entender y ya has coleccionado todos los sobres de toallitas húmedas con olor a limón. ¿Qué haces? Tener una idea millonaria: mezclar Fanta con Coca-Cola para obtener la bebida definitiva. El resultado es una mezcla de un color horrible y de un sabor aún peor.
Penny's Big Breakaway es exactamente eso, pero lo que resulta tiene un color espectacular y un sabor riquísimo.
La Fanta en nuestra metáfora es Sega. Penny's Big Breakaway bebe, nunca mejor dicho, de la mejor etapa de Sega. Se nota, por ejemplo, en los gráficos. Unas texturas planas, en ocasiones granuladas, de colores muy vivos al puro estilo de los entornos 3D de Sonic. Y por supuesto en su diseño de personajes que es absolutamente sobresaliente. Me parece precioso se mire por donde se mire. Además de esto, cuenta con plataformeo automatizado, carreras e incluso con una versión robótica de la prota, es decir, puro Sonic clásico.
La otra mitad de nuestra mezcla, la Coca-Cola, sería Nintendo. El plataformeo y el uso del yo-yo recuerdan fuertemente a Mario Odyssey y sus movimiento vertiginosos. Combinando bien los movimientos eres capaz de hacer auténticas virguerías y llegar a lugares imposibles, al igual que con Cappy. Además, por los niveles encontramos distintos power-ups para nuestro yo-yo.
Los niveles están diseñados de forma lineal, aunque en ocasiones se encuentran desvíos o rutas alternativas. Dominar el movimiento es la clave en este título y saber cómo encadenar un giro con otro o cuándo es mejor tirar el yo-yo para aprovechar la inercia. Y ahí está la clave. La inercia lo es todo. Una vez lo entiendes todo encaja en tu mente y te recorres los niveles a velocidades vertiginosas.
Se quedan un poco desaprovechado los jefes. Siento que en este aspecto el juego hubiese dado más de sí. Los que tiene no cuentan con ideas interesantes y se hacen cortos. Se nota, además, que los primeros jefes son más originales e imaginativos que los últimos que son bastante simples. Da la sensación de que se quedaron sin ideas por el camino.
En conclusión, Penny's Big Breakaway es un juegazo que sigue demostrando que el plataformeo en 3D tiene todavía muchísimo que demostrar. Pese a ser una mezcla ha conseguido tener entidad propia y espero con ganas una posible secuela porque sus mecánicas se pueden exprimir mucho más.
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