Red Dead Redeption II en seis balas

Si pensamos en mitología, rápidamente se nos vienen a la cabeza dioses como Zeus, Mercurio, Cupido o recordamos historias como los trabajos de Hércules o el nacimiento de Afrodita. Incluso podemos pensar en libros como la Odisea o la Ilíada que configuran todo el pensamiento europeo. Pero hay países que no cuentan con mitología.

Estados Unidos es un país sin mitología y la tuvieron que encontrar. Las creencias nativas norteamericanas son muy ricas e interesantes, pero los primeros colonos y los futuros conquistadores del oeste se encargaron de repudiar estos mitos que no los consideraban como propios. Así que, en la tierra de las nuevas oportunidades, el hombre hecho a sí mismo miró hacia atrás en su historia y vio en el salvaje Oeste un mundo mitológico donde encontrar la fundación de Estados Unidos de América.

De este modo, Red Dead Redeption II es un mito, un cuento que nos habla del nacimiento de esta nación y de los hombres que la construyeron. A continuación, gastaré seis balas para acertar en diversos temas y acercarnos a lo que Rockstar games nos quiere proponer.

Bala #1: la ambientación.

Este mundo vasto y lleno de barro nunca ha estado tan bien representado como aquí. El mapa del juego es lo suficientemente extenso para que se sienta grande, pero al mismo tiempo asequible para transitarlo de forma agradable en todo momento. Moverte significa escuchar a la naturaleza, disfrutar del paisaje, del trote de tu caballo, del río cayendo por la montaña. Cuando sales de la naturaleza y llegas a una ciudad, se sienten todas ellas llenas de vida. Da la sensación de que eres una persona más en todo aquello

El aspecto gráfico es apabullante, pero se nota que hay mano detrás poniendo cada detalle. Sin ese gusto exquisito, la fuerza gráfica no hubiese servido para nada.

Bala #2: la historia.

La historia, por su parte, siento que tiene más altibajos y es más irregular en general. En el juego interpretamos a Arthur Morgan, integrante de la banda de Dutch, un grupo de personajes de dudosa moralidad que busca un lugar donde vivir en paz y libertad. Para ello, necesitarán dinero y este lo conseguirán robando y engañando a distintas personas poderosas.

Nuestra labor será ayudar a los diversos personajes de nuestra banda para que esta crezca y mejore. Y esto es prácticamente lo único que hacemos durante las misiones principales. El juego peca de tenernos como recadero la mayor parte del tiempo y en ocasiones se puede hacer algo pesado. Además, la estructura de las misiones no ayuda. Estas consisten de ir de un punto A a un punto B, hablar con un personaje y terminar el asunto en un tiroteo. Te descubres siempre haciendo lo mismo.

Pero no todo es malo. Algunas misiones repetitivas guardan momentos increíbles que se te que quedarán guardados en la memoria para siempre. También cuenta con todo lo que una historia del Oeste debería tener: robos a trenes, bancos, traiciones, peleas en los bares y tiroteos en las ciudades.

Por otro lado, el tramo final del juego soluciona la mayor parte de los problemas del título y la historia comienza a tocar temas más interesantes y emotivos. En general, lo mejor se encuentra al final. Merece la pena cada segundo para llegar a él.

Bala #3: los personajes.

Podríamos decir que el protagonista es la banda de Dutch, pero creo que no estaríamos siendo muy exactos. Muchos de ellos solo tienen un par de misiones y no los llegas a conocer en profundidad. Podríamos decir también que el protagonista es Arthur Morgan, y sí, claro, lo es, puesto que nos metemos en sus botas, pero no tiene demasiada personalidad. Morgan es un personaje plano que no comienza a definirse hasta el final de la aventura. En de definitiva, se desarrolla muy tarde.

Desde mi punto de vista, el verdadero protagonista es el propio Dutch. Él es un auténtico embaucador, capaz de convencer a cualquiera de cualquier cosa. Su labia es su arma más poderosa. Su mera presencia hace que el centro de gravedad cambie y los personajes comiencen a girar en torno a él. El problema es que a Dutch cada vez le pesa más el rol de líder. El resto de la banda comienza a perder la fe en él y empiezan a ver la auténtica naturaleza del personaje.

Sin embargo, pese a que es el centro de todo, hay personajes que brillan con luz propia, pero dejo que Sadie, Charles y la relación que terminan estableciendo John y Arthur quede para los jugadores que se sumerjan en el universo de este juego.

Bala #4: la jugabilidad.

Creo que es en este punto donde el juego alcanza la más absolutas de las excelencias. La ambientación, la historia y los personajes aportan mucho a la experiencia de ser un vaquero, pero es el gameplay quién remata este sentimiento.


Predomina en la jugabilidad lo físico que es todo. Disparar no es solo pulsar el gatillo. Si tu arma es de repetición o cerrojo, por ejemplo, tendrás que hacer un primer clic para disparar y un segundo para sacar el casquillo. Este detalle nimio puede pasar desapercibido, pero aporta mucho realismo. Otro ejemplo de fisicidad es saquear a los enemigos. Nuestro personaje se agacha en cada uno, lo coge de las solapas y rebusca en sus bolsillos. Cada pequeña animación requiere de un tiempo. Y lo mismo ocurre al comprar en las tiendas y señalarle al vendedor en el almanaque qué quieres comprar.

Está fisicidad aporta un realismo único y huye de los menús en el aire al que tan comúnmente estamos acostumbrados.

Cabe destacar además todo lo referente al caballo. Es casi un personaje más e incluso se le llega a coger muchísimo cariño. Podremos cuidarlo, acariciarlo, darle de comer, cambiarle el peinado, y todo tiene un reflejo no solo en su aspecto, sino también en su velocidad, resistencia y salud.

Bala #5: el diablo está en los detalles.

Si hablamos de detalles, no acabaríamos nunca. La ambientación cuenta con un sistema de climatología que aporta una densidad distinta a cada viaje que realicemos a caballo. Hace que cada huella en el barro sea diferente. 

Las armas están muy mimadas. Da gusto ponerlas encima de la mesa de una tienda para personalizarlas, porque puedes cambiar todo de ellas. Además de esto, las pistolas y los fusiles se ensucian y debes limpiarlas para que su funcionamiento sea más adecuado en una animación completamente deliciosa.

Como señalaba antes, todo suma a la sensación de realismo y fisicidad, pero es inevitable no pensar en las condiciones de desarrollo. El diablo está en los detalles y en ocasiones son estos detalles los que diferencian un juego bueno de uno excelente, pero el coste para sus trabajadores es muy alto. Este diablo tiene nombre, Rockstar Games, y apellido, Take-Two. Un binomio empresarial que han apretado a los desarrolladores demasiado. Pero el capitalismo siempre gana. Estoy seguro de que el juego hubiese resultado igual de bueno con más tiempo de producción y menos abusos laborales.

Bala #6: elementos que no aciertan.

Desgraciadamente, la ultima bala de mi cargador falla. Una mecánica siempre presente en el juego es un sistema de karma. Este nos permite ser un vaquero bueno, que ayuda a los demás, o pendenciero, que lo soluciona todo con violencia. Sería un sistema interesante de no ser porque carece de sentido. Está barra de moralidad lucha contra las misiones de la historia donde permanentemente estamos matando a sangre fría a unas treinta personas.

Otro aspecto no muy bien llevado es el sistema de creación de objetos. A la larga es mejor comprarlos. Los recursos son algo tediosos de recoger y el dinero comenzará a sobrarte conforme realices misiones principales o secundarias.

Y, finalmente, el campamento. Cuenta con muy pocas mejoras y casi desde el principio de la aventura lo puedes tener completamente mejorado. Además, con los edificios mejorados apenas tienes que abastecerlo de medicinas, comida o munición. Entiendo lo que quieren proponer, pero le faltan más mecánicas que profundicen en la recolección de víveres.

Y con el cargador vacío terminamos este análisis. Red Dead Redeption II se ha convertido en un mito moderno, pese a sus controversias y a sus puntos negativos. Un juego de autor absolutamente recomendado e incluso obligatorio. No te quedes sin conocer la historia de la banda de Dutch.



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